top of page

Historia

38661464_2203763579859896_83431913579547

Esta pasión comenzó cuando tres amigos se reunían cada fin de semana para realizar tertulias y de paso, en algunas ocasiones comentar sobre las diferentes comidas que disfrutaron durante la semana, ya sea en restaurantes, en casa de amigos y como no mencionar las comidas de carretilla. Ya habrán escuchado decir una frase de caricatura, la cual compartimos para ustedes, y es: “Nosotros no nos tragamos la comida, La adoramos”.

Es entonces donde las críticas y sugerencias no se hicieron esperan, pero ninguno se sentía a gusto con lo que pagaba por comer; sin embargo cada reunión era una idea que sumaba poco a poco para poder proyectar un negocio local en la ciudad incontrastable. Dicho esto, en una ultima reunión de este año se comento mucho sobre la gran variedad de alitas de pollo y los distintos sabores que se podrían combinar con ellas, es ahí donde los tres amigos recordaron esas recetas caseras infaltables en cada reunión familiar; cada receta tan distinta a la otra, y uno a uno fue cocinando un sabor distinto cada vez que se reunían, los sabores eran muy agradables. Y poco a poco, llegando a varios sabores, cada deleite, cada sazón, cada degustación, provocaba cocinar más y más, pero... ¿Por qué probarlo solo nosotros?, !Es más!, ¿Por qué probarlas solas y no acompañadas?. Fue entonces que recordamos a nuestro gran primo Guerra, el talentoso, el mismo que al llegar a su casa te invitaba una Cerveza artesanal con un sabor único, inconfundible y como no describirlo así, si él mismo las preparaba, o como él las llamaba... “cerveza artesanal hecha en casa”.

Es entonces que teníamos el menú perfecto, el sabor exacto, las bebidas infaltables y únicas. Pero solo el nombre que nos representaría nos rompía la cabeza y definir la ambientación nos provocaba pesadillas por las noches; los días pasaban y mientras los tres amigos disfrutaban de unas alitas en salsa honey, uno de ellos saco su billetera queriendo buscar alguna servilletilla para limpiarse los dedos (recuerden que las alitas se comen con las manos), fue cuando cayó una foto de la antigua estación del ferrocarril de Huancayo, ¿La recuerdan?, el majestuoso tren macho y su estación de trenes ubicados en el centro de nuestra ciudad que data de los años 70s. Fué entonces que el dueño de la fotografía comenzó a contarnos las múltiples anécdotas de su abuelo, las mismas que le recordaron la gran afición a los trenes y ferrocarriles, y sugirió la idea de no poner un restaurante, sino una estación y salir de lo trillado, mientras más sustentaba su idea, también surgió el ambiente de interiores tal como el de una estación de trenes antigua; es más, el logo seria un tren y de nombre usarían la frase que expresaban al estar a punto de comer una alita preparada con tantos sabores: “¡Oh si... alitas!”. Era un idea jalada de pelos, pero ese nombre inherente quedó y solo se cambió “Wings” en vez de alitas, ya que los anglicismos son parte de nuestro lenguaje coloquial.

Es así señores como lo que nosotros siempre comimos y bebimos, ahora sera de su deleite y ¡claro!, ofreciendo un servicio de excelencia y altos estándares de calidad e higiene. Venga y compruébelo! LOS ESPERAMOS.

bottom of page